Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 6 de mayo de 2018

Dolores







En el principio del tiempo
te llamaron Dolor y supiste de la pena y de la ausencia.
Y luego el tiempo se hizo rueda
y cruzaste la vida larga como un lamento.
Y supiste de abandonos
y padeciste de hijos.
Y cuando ya no quedaba apenas nada,
conociste el calvario de sobrevivir a la soledad
y a los cuartos sin alma.
Luego te marchaste despacio,
sin hacer apenas ruido,
como quien por fin descansa,
mientras nosotros, tu prole, en nuestra amargura,
soñábamos con una silla vacía.









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